DEL CACAO AL CHOCOLATE
Un origen legendario
En las culturas maya y azteca se daba un gran valor a las semillas del cacao, que se utilizaba como moneda y gracias a sus cualidades nutritivas como alimento.
Los españoles no conocieron el cacao hasta que Hernán Cortes probó en 1519 el “xocolatl”, bebida de cacao que le ofrecieron los aztecas en un vaso de oro con todos los honores. Los aztecas consideraban el cacao como un don divino y un “alimento de los dioses”, y reservaban su consumo a personas de alta posición social.
Era un bebida muy amarga a base de cacao, harina de maíz y pimienta, pero que llamó poderosamente la atención de los españoles, las cualidades tonificantes de la bebida, que les daba fuerzas y energía para mantener una marcha durante todo el día sin necesidad de mas alimento.
El cacao se introdujo en España a través de algunos monjes que viajaban en las expediciones de Cortés. Se cree que fueron estos monjes de la orden de los Cisterciense, los que añadieron azúcar al cacao. Vieron como aquella bebida amarga se convirtió en una bebida exquisita. En nuestro país alcanzó una gran popularidad y se constituyó como bebida oficial de los reyes y de la corte española.
A inicios del siglo XVII, las infantas españolas fueron introduciendo la costumbre en la corte de Francia, y a partir de aquí se extendió su consumo por toda Europa.
A finales del siglo XVIII se empieza a preparar con leche. Es solamente a partir del siglo XIX cuando se inicia la fabricación del chocolate en forma de tabletas, tal y como lo conocemos hoy.
El chocolate a lo largo de su historia, ha sido motivo de infinitas controversias, unas veces fue bueno casi milagroso, otras no tan bueno y otras vuelve a ser bueno. Día a día asistimos a continuas exaltaciones de alimentos que antes no eran bien considerados y a intentos de defenestraciones de costumbres de toda una vida.
Se califica mucha veces al chocolate como golosina o capricho. Nada más inexacto. El chocolate es un alimento rico en nutrientes, muy energético y con una gran aportación de elementos minerales.
La cultura exige saber cosas sobre los alimentos que comemos y más cuando un alimento nos gusta tanto.
Detrás de un alimento como el chocolate hay mucha leyenda, mucha historia, influencias en las costumbres y modos de vida, avances técnicos y científicos y es necesario conocerlos. Como también, que hay muchos hombres y familias que han intervenido en su proceso, a mejorarlo y que han dedicado sus vidas a este alimento.
No debería tomarse el chocolate de cualquier manera, con indiferencia o distraídamente. Al tomar chocolate hay que tomar también toda la carga cultural, humana, afectiva y gastronómica que lleva consigo.
La pasión por el chocolate es grande y no hay motivos para ocultarla. No es un vicio, ni un defecto, sino una prueba de exquisitez y buen gusto.